La región del Cusco es una de las más importantes a nivel arqueológico, no sólo del Perú o de América, sino de todo el mundo. La ciudad de Machu Picchu fue declarada como una de las Maravillas del Mundo Moderno en el año 2007 y es uno de los destinos arqueológicos más visitados del continente.
Sin embargo, Cusco ofrece innumerables sitios de un valor arqueológico e histórico verdaderamente únicos, que distinguen a esta región entre el resto del Perú. He aquí algunas de ellas, ubicadas en las cercanías de Machu Picchu y la ciudad de Cusco.
Ollantaytambo
Al igual que muchos de los más importantes centros arqueológicos del Cusco, Ollantaytambo se encuentra en el camino que lleva al santuario de Machu Picchu, y aún hoy es utilizado por muchos viajeros como punto de partida para visitarlo. Fue originalmente un sitio de descanso o posta en el recorrido del Camino Inca y fue utilizado por Manco Inca durante su rebelión contra el dominio español. Se trata de uno de los centros arqueológicos más significativos de la región.
Tambomachay
Otro de los puntos de descanso en el camino hacia Machu Picchu, en este caso el Tambomachay, fue un conjunto destinado al transporte de agua para lo que se considera una serie de baños para descanso del Inca. Se encuentra a sólo ocho kilómetros de Machu Picchu y cerca del camino del Antisuyo.
Qenqo
A unos dos kilómetros de la ciudad de Cusco se puede encontrar este notable complejo arqueológico. Su nombre significa “laberinto” en quechua, aunque ese nombre fue dado por los primeros conquistadores españoles. Entre sus elementos de interés se destaca un anfiteatro, posiblemente para fines ceremoniales, así como también una serie de estructuras subterráneas y canales. Está dividido entre dos zonas, Qenqo Grande y Qenqo chico y tiene una variedad de piedras talladas así como los restos de un reloj solar, típico de la cultura incaica.